Aquí, en esta residencia, propiedad de la familia de Eduardo Baraboglia, nació durante la década de 1940 la idea de la creación del balneario de La Madrid. También fue el lugar de numerosas reuniones de los integrantes de la comisión Pro Balneario Popular para dar forma al proyecto.
Un reloj, una idea…
Cuenta la historia que cierto día de verano un vecino entró a la relojería de Baraboglia a arreglar un reloj para llevarlo en su viaje de vacaciones a Mar del Plata. Ese fue el disparador que motivó a don Eduardo y su esposa Alicia a comenzar a soñar con un espacio acuático que pudieran disfrutar todos los lamadritenses, sin necesidad de trasladarse a la costa atlántica. Con el tiempo, esa idea cobró vida y se materializó en lo que hoy es el Balneario Municipal.